viernes, 24 de septiembre de 2010

DESEXILIO V


LESLIE CARON Y LOS CARAPINTADAS

(Carmen de Patagones,Pascuas de 1987.
Levantamiento militar carapintada)

Ella canta el himno nacional argentino
como puede, y con su acento.
Ellos se pintan la cara de negro y quieren tomar el poder.
Están alzados.

Ella vino a un pequeño pueblo
para actuar en una película.
Ellos le exigen al presidente de la nación
que deje en libertad a los asesinos de la dictadura.

Ella es francesa,
pero se hizo famosa en Norteamérica
y bailó con Gene Kelly,
con Fred Astaire
y fue amor de Frank Sinatra.
Ellos amenazan con tirar un morterazo sobre la multitud.

Ella es educada y sensible.
Ellos tienen experiencia en torturar,
en chupar, en violar,
en mantener el orden.

Ella dialoga dulcemente con mi vieja
en inglés, en una marcha.
Mi viejo discute en la municipalidad
con radicales y demócratas cristianos
para saber lo quehayquehacer.

Ellos aparecen en la pantalla de televisión en el living.

Ella viene a comer un asado a casa
y cuenta de
papaíto piernas largas
Mi viejo le pregunta
en pésimo inglés
si le gusta
más cocida
o más jugosa
la carne.

Ellos se reúnen con el presidente
para negociar.

Yo llevo de la mano
a Leslie
hasta mi cuarto
le muestro mi poster de Luca Prodan,
mis casettes de los redondos,
y le pido que por favor
no se vaya.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Desexilio IV


Fiesta en el Club Jorge Newbery, Carmen de Patagones

A Gabi Ieracitano, que me quiso mucho, y a Karina, que fue la primera en decirme: vamonos

Va llegando gente al baile,y esta noche toca el grupo Astral.
Las primeras son tía Catucha y tía Rosita.
No podía faltar Jorgito,
(Todos le dicen el mogo, porque habla gangoso y es visco.
Hasta hace poco tiempo visitaba a la chica de la lencería, la que se estaba por casar.
El novio le dijo un día,haciendosé el chistoso:
Mirá Jorgito, a mí me parece que vos me querés sacar la novia.
Nada que ver, respondió él, yo no tengo nada que ver,
el que se la cogió fue Ramirez.
Vaya a saber uno que sucedió después)

Vienen entrando los tíos.
Américo el que se toca el pito en el gallinero, y se limpia con la musculosa.
Tía Negra, la bondadosa, sonríe mucho, sin saber que años más tarde,
y ya convaleciente en un geriátrico,la convencerá el tío Tono para que firme un papel, un permiso para cobrar su pensión.
El tío Chuba, que morirá en el hospital con su radio portátil, sonando “Yo no te pido”con un pijama de las tortugas ninjas manchado de guiso.
Lo veo venir a Cristian, mi compañero de escuela, que cuando puede se encierra en los baños, a dibujar esvásticas
(el otro día lo obligaron a besar a Carolina, le gritaban
besala maricón, besala).

Ya está conmigo la Gabi,viene a hurtadillas para que no la vea la vieja.
(La semana pasada cumplió 15, y se nos fue la mano con el Ananá Fizz.
Bailabamos el vals y se reía bajito:
Disimulemos Migue, más despacio, decía.
Tanto me gustaba su risa que casi me quedo dormido sobre sus hombros.
Me tuve que retirar, desde luego)
Aquí viene el piñata, saluda a uno por uno, como si supiera que esta misma noche se va a morir de un patatú en el bobo, bailando la tarantella (pálido y seco como una pechuga de pollo va a quedar sobre la cancha de básquet).

Doña Leonor, qué gusto verla por acá, usted que no se asoma nunca
a ningún lado(seguro vino a contarme a mí, de su juventud, de cuando voló en avioneta con Saint Exupery, de cuando estuvo enamorada).
Mi viejo ya tomó asiento y se arremanga. Discute con el Alfredo:
Que es mejor Atahualpa Yupanqui que Larralde te digo,que voy a sacar una solicitada en el diario,que voy a llamar a la radio para que la gente opine, a mí me vas a decir que Larralde es mejor que Atahualpa, pero por favor.

Sólo falta el tío Ricky, el mitómano
( Cuando mete la pata, o miente, más de uno le recuerda:
callate, si vos organizabas desfiles de moda durante la dictadura,mientras chupaban gente)Ya debe estar por venir,será un canalla para el resto de su vida.

Yo meto la mano en el bolsillo de mi campera, disimuladamente, y miro de reojo la carta,de puño y letra,que recibí ayer de mi amiga Karina, desde Buenos Aires:
Venite Migue me dice, venite, no tenés nada que perder. Hay que salir de Patagones.
Pienso en ella, y mastico el asado de tira que me sirvieron, y mi sonrisa, mi mejor sonrisa,se la confío a mi vieja,desde la otra punta de la mesa,como diciendo:
Ya pasará, ya pasará…

Desexilio III


LA SODERÍA

Cuando me dí cuenta que ya no era un nene,lo primero que quise hacer,al igual que el resto de mis amigos mayores, era entrar a “La sodería”, el cabarute de Patagones.
Y así fue, llegué perfumado, bien peinado pa atrás(me afeitaba los pelos que no tenía)
Las monedas que había juntado durante todo el mes sólo me alcanzaban para una birra, todas las diosas se reían de mí, incluida la Madama, que llevaba algo parecido a un florero en la cabeza,y tenía un culo muy muy grande,"como dos sandías en una bolsa" diría mi abuelo.
Había un tipo que tocaba el bongó, ese no se reía.No le daba ninguna gracia el asunto.
Una de ellas, muy cerquita mío, me susurra:
Qué hacés por acá bebe?
Me apretó fuerte una mejilla(sacudiéndome con el pulgar y el índice)me estrujó la cara en el escote, como cuando mi vieja sacude la alfombra.
Igual no estaba nada mal, pero cayó mi viejo,
me venía siguiendo. me dio una palmada en la espalda, y me pidió que regresemos a
casa.

sábado, 4 de septiembre de 2010

DESEXILIO, segunda parte


PATAGONES

Cachivache se llama el albañil

camina sobre las chapas de mi casa.

Canta una melodía grave

sin letra, como un responso.

Está borracho y tiene setenta y algo.

No escucha, la cantidad de pelos

que le salen de las orejas

le tapan el oído.

(No se va a caer del techo, nunca.

-Va a morir, años después

en un Hospital Psiquiatrico-).



Es novio de Blanquita Radelán,

mi vecina, que tiene gatos,

como veintitrés,

un perro que se llama Bil con una l

(marrón y con chuflines,

ladrador y mal arriado)

Un padre que cumplió ciento dos

años (el viejo anda en pañales por la calle.

Parece un charito, la puta que lo parió, dice Cachivache)

y una casa toda polvorienta

(imposible entrar, por el olor

a meo de los gatos.

Las masitas tienen ese olor.

Imposible irse, por lo charlatana que es ella,

y con los tropiezos con las baldosas rotas,

que quedaron así, desde que unos albañiles

prometieron regresar)

Frente a la casa de Blanquita

hay un colegio Maria Auxiliadora,

donde las chicas me gritan

y sonríen,desde la cancha de Básquet,

y yo sólo les muestro el ombligo.



Primero murió el viejo (el charito),

después Blanquita,mientras dormía

(pasaron días y días

sin que álguien se diera cuenta)

Bil con una l, estiró la pata,

y todos los gatos también.



Yo ya no salto paredones como antaño.

Temo

encontrar a Blanquita dormida sobre la mesa.

Temo

por esos gatos con hambre.

Temo por mi memoria.

DESEXILIO Primera Parte


DESEXILIO

"Como una nube que pasa mis ensueños se van, se van, no vuelven más"

(Alfredo Le Pera)

De México se me antoja un sabor tamarindo, golosinas con chile, calaveras de azúcar y unos tangos híbridos que se dejaban oír en el living de una preciosa casa en Cuernavaca, que restauraron mi viejo y mi abuelo cuando este último vino de visita.

Junto a la casa un baldío, donde jugábamos de chamacos a encontrar crías de alacranes bajo las piedras.

Alguna que otra vez cayó don Armando Tejada de visita, y tal como recuerda mi vieja fue Liliana Felipe quien nos alumbró con sus canciones infantiles.

Estuvo, sin quedar en mi memoria, Alicia, quien años más tarde, ya en Argentina, fue mi maestra de teatro.

Colgado de la pared un dibujo de Guadalupe Posada (una calavera con su botella de tequila) y una pequeña guitarra con la que yo aturdía un "Cristo de Palacagüina".

Una terraza, una cocina con rejas por donde asomábamos la risa con un vaso de horchata y se nos escapaba el aroma del mole, que seguía por una calle ancha, en bajada,y daba a un vivero oscuro. Era infinito ese lugar, nunca atendía nadie.

Yo le afanaba las herramientas a mi abuelo, creo que las enterraba. Y nos sacaban fotos junto a las niñas de pelo negro y trenzado con cintas de colores para mirarlas ahora, ya de grande, en medio de esta casa suburbana donde recibo mensajes de texto de Andrea con poemas de Fijman, y ensayo un papel para una película sobre una fuga en la ESMA.

Tomo mate amargo, escucho al tata Cedrón, fumo Viceroy,repaso mi primer libro de poemas aún inédito.

Todos los fuegos el fuego, la pirotecnia Mexicana es un arte. Corrían con un toro de papel maché todo cubierto de "cuetes".

Me perdí una tarde en Plaza Garibaldi, y hasta los mariachis me salieron a buscar, no lograban encontrarme, tal vez era divertido.

Héctor se llamaba mi mejor amigo. Héctor del pueblo de Ocotepec.

Imitábamos a un tipo de la tele, que hacía una propaganda de jabón Ariel (jabón en polvo) y se tiraba a una quebrada.

Ariel lavando y yo en la quebrada!

gritábamos, como él, y nos tirábamos en calzoncillos a un gran piletón, donde las viejas fregaban.

Ahora el único Ariel que conozco es un flaco del sur, que estuvo preso, le pega a las minas, y cada tanto se estrella con la moto sobre un capot.

No sé si hemos dado en el clavo, diría Urondo.

Ya conocí el Caribe, el Golden Gate Brigde, la miseria de Miami Beach, el faro del Balneario "El Cóndor", la tristura de una mujer, el rechazo de una mujer, la muerte de un amigo, los intentos de muerte de otro amigo, el furgón del tren a Morón, el fulgor de la selva misionera, el hotel malandra, el sacrificio en la cosecha de cebolla, la brucelosis en el Ecuador.

Dice el mochi Leite que soy Patagónico, que la Patagónia se extiende desde California hasta la Pataia.

Será?

Canto desafinado, aprendí a bailar el tango, y a tomar tequila, y a mentir, y a desmentir,

cuando me preguntan de dónde soy.

Me voy y vuelvo y me voy,

como en un ensueño.